miércoles, septiembre 02, 2009

14 California Dream

Pues sobre las cinco de la tarde salimos del Dessert View del Grand Canyon National Park en dirección a Las Vegas. El GPS marca unas 300 millas, unas cinco horas y pico de viaje.

George y yo nos vamos turnando al volante del Kia Optima. Rellenamos el deposito de gasolina por 41$, parece que en este estado la gasolina unleaded regular es más barata, a 2,69 el galón en esta Texaco. La chica de la gasolinera está viendo The Flinstones, es decir los Picapiedra.

Mientras conduzco yo, casi a las siete de la tarde por la 40, vemos una espectacular puesta de Sol (sunset) desde el estado de Arizona (sin el baby).

Cuando ya es de noche llegamos al cruce con la highway 94 en dirección a Las Vegas. Entonces la carretera es más mala, y nos encontramos con obras. Y de golpe un control de carretera, de dos tios con una serie de vallas y luces para reducir a 0 la velocidad. Uno de ellos con una listerna mirando dentro del coche nos pregunta: que tal? De donde somos? Y si venimos del Grand Canyon...

Al principio no sabemos el porqué de un control hecho por seguridad privada, pero es que más adelante hay controles de policía debido a que allí se encuentra la presa más grande de USA, la presa Hoover. Aunque ya es de noche, la presa se ve enorme, y se ve iluminado un megapuente muy alto que estan haciendo por encima de la presa.

La policia va parando algun que otro coche, pero por suerte no nos paran a nosotros. La presa Hoover sirve de frontera entre los estados de Arizona y de Nevada, hacia donde nos dirigimos. Al cabo de pocos millas ya encontramos los primeros casinos tipicos de este estado.

Al llegar a Las Vegas lo primero que impresiona es lo enorme que es en cuanto a extensión de terreno de casas y otros servicios de la ciudad, pero los hoteles se concentran en una sola calle: The Strip Boulevard.

Es increible la imagen que te llevas al entrar en esta calle de Las Vegas de noche. La cantidad de luces que llegan de todos los edificios y de todos los hoteles es indescriptible, cadauno intenta atraerte con el edificio más alto, más bestia, más luminoso o más hortera. Las Vegas es definitivamente la capital del kitch más hortera.

Después de recorrer en coche ida y vuelta The Strip, vamos a nuestro hotel, el Luxor, el de la piramide negra luminosa, el del gran obelisco... El de la gran esfigie. El hotel por dentro es impresionante, y nos dan una habitación en el piso 15 y otra en la planta 20. La nuestra está un poco sucia, sobretodo uno de los sofas, así que vamos a quejarnos a recepción. Empezamos a explicarle a la chica del mostrador en inglés, pero al final en castellano, y por la inconveniencia nos da una habitación mejor.

El traslado de habitación es complicado, ya que el hotel es enorme y las pateadas que debemos hacer también... Pero ha valido la pena: Mejor tele, mejor equipo de sonido, mejor cama, mejor sofá...

Aunque estamos reventados de la excursión por el Grand Canyon y del trayecto hasta Las Vegas, no nos vamos a dormir aun hasta ver el casino del hotel.

Recorremos el casino del hotel Luxor, plagado de máquinas tragaperras y mesas de todo tipo de juegos para que la gente se deje la pasta... Como el casino es grande no está nunca la gente apiñada en una zona, y mientras que unos juegan al Blackjack, otros juegan al Poker, y otros a los dados.

Vamos a dormir. Viva Las Vegas!!!

2 comentarios:

Javi dijo...

ALLIN!!!!!

emeshing dijo...

Jugón Roenick!
En las mesas creo que había mucho nivel... entrena para cuando vayas tú a Las Vegas!