jueves, septiembre 03, 2009

17 California Dream

Hoy es el día de las compras. El día que las chicas ansían desde que una amiga (Marioneta) les habló de los outlets que hay en Las Vegas.

Nos levantamos a las 8:15h para estar a las 9h en el Starbucks pactado. Allí tomamos nuestro acostumbrado desayuno a base de zumo de naranja, muffins, yogurt y cafe machiato.

Cogemos el coche aparcado en el parking del hotel y vamos hacia la salida de Las Vegas, pasado el aeropuerto McCarran. Por cierto el aeropuerto es bastante grande y está muy pero que muy cerca del Strip.

La zona de outlets es enorme, y no os engaño si os digo que hemos estado casi 7 horas recorriendo tiendas y más tiendas. Las chicas han disfrutado, y yo la verdad es que he triunfado. No sé cómo vamos a caber luego en el coche con tanta maleta y bolsas varias...

Para descansar del palizón de outlets, nos vamos a la pool del hotel. En el Luxor hay tres piscinas, pero a la hora que vamos sólo hay una abierta ya que son las seis y pico. Nos dan toallas y nos ponemos en unas hamacas con la musiquita bien seleccionada y mientras el Sol se va escondiendo por detras de los motivos egipcios que decoran toda la piscina y las palmeras... Que vida! Our way of life.

Nos bañamos y resulta que la piscina que es bastante grande sólo cubre 1 metro, así que es difícil nadar. Lo curioso del caso es que hay nada más y nada menos que 3 socorristas subidos a una de esas sillas de arbitro de tennis para una piscina que no cubre!?!

Pero la verdad es que mola estarse bañando en Las Vegas al lado de la pirámide negra del Luxor y todo el rollo. Y cuando se pone el Sol del todo nos vamos a la habitación y nos cambiamos para salir.

Primero vamos al Bellagio a ver el espectáculo de las fuentes, esta vez con canciones de Frank Sinatra. La verdad es que es chulisimo ver las fuentes, con los chorros perfectamente sincronizados y las luces blancas que iluminan desde abajo los chorros. Creo que el Hotel Bellagio con su recepción, con su edificio y su lago lo convierten para mi en el más elegante de Las Vegas.

A continuación cogemos el coche para ir al downtown de Las Vegas, y nos encontramos un carabanon increible, debido a las distintas obras que hacen aprovechando la noche de un dia entre semana. Una calle de 5 carriles pasa a 1, y es que estan montando una grua para uno de los hoteles que se estan construyendo en el The Strip. Esto nos permite ver desde el coche otro espectáculo del Bellagio, esta vez con música clásica.

Llegamos al downtown, donde empezaron los hoteles y casinos de Las Vegas, y la verdad es que está todo semiabandonado y es todo cutrísimo! El parking donde dejamos el coche está casi del todo vacio, y pertenece a un centro comercial con la mayoria de locales vacios.

Vamos para ver el espectáculo de las pantallas en el techo de la calle Freemont, que creemos que lo han puesto para reflotar esa zona muy abandonada. Alli se reunen los casinos como el 4 Queens, el Freemont o el Golden Nuggets... Entramos en uno de los casinos a por un cafe, y cervezas a 2$ coronitas y heinekens. Se nota que el público es muy distinto al de los casinos del The Strip, los parroquianos son del todo cutres.

Empieza el espectáculo y salimos a la calle para escuchar muy buena música y la megapantalla del techo que es de largo 3 manzanas... Es muy chulo el espectáculo dedicado al Summer of 68, e incluso ver los origenes de Las Vegas, pero la zona es muy deprimente, y no me extrañaría que cerraran todos los casinos del downtown en poco tiempo...

Luego agarramos el coche hacia el Stratosphere, ubicado a medio camino entre el downtown y The Strip. Allí aparcamos en el parking de guests y entramos en el casino para dirigirnos al Top of the World. Pagamos unos 22$ cada uno para subir al mirador y a la atracción Big Shot, excepto Miss Starbucks que no le sedujo la atracción.

Subimos con un ascensor hasta el piso 108, y los oidos se nos quedan tapados con la velocidad y el cambio de altitud. Desde el mirador la vista de Las Vegas es impresionante. Para subir hasta arriba del Startosphere pasamos por la Gift Shop para coger otro ascensor para subir 3 pisos más hasta el terrado del edificio. Alli solo una valla nos separaba de la vista acojonante. Nos recomendaron sacar las gafas, chancletas y otras cosas que pudieran caer.

La atracción es chula pero demasiado corta. Te suben un poco, te bajan un poco y luego te pega una subida acojonante hasta arriba y justo después abajo a toda leche. Y cuando piensas que ahora viene lo bueno, va y se acaba. La sensación es bestial, la vista acojonante, pero demasiado corta.

Hay otras dos atracciones arriba del Stratosphere, un que vas como en coche y te para en seco cuando debajo ya no hay edificio, y unos 10 asientos mirandose en circulo que se colocan fueran de la vertical del edificio y empiezan a dar vueltas y a colocarse inclinados un poco mirando hacia abajo... Un mareo vaya!

Mientras estábamos en la atracción, pensaba que Miss Starbucks aprovecharía para tomarse un cafe en el Starbucks más alto del mundo, o de los más altos ya que está en el piso 108, pero en cambio estaba revisando de las fotos de las camaras...

Salimos que ya estaban cerrando la atracción del Top of The World del Stratosphere, que recuerda con las fotos al Top of the Rocks del Rockefeller Center de New York City.

Y hasta aquí nos dio de si el día en Las Vegas... Viva las Vegas!

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